Entrevista: El mercado de distribución de Gas LP en México no está funcionando, Ricardo Sheffield

Ciudad de México — El mercado de distribución de Gas LP en México no está funcionando. Así lo cree Ricardo Sheffield, un personaje clave durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, al frente de un organismo que vela por la defensa del consumidor y encargado de verificar a los distribuidores del energético.

El titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) coincide con el mandatario en que las empresas distribuidoras y repartidores pueden obtener ganancias “razonables” aun con el tope de precios. Incluso las define.

“Si yo monitoreo los precios e insumos de las empresas por cinco años, yo puedo ver cuánto es lo que tienen de utilidad y si con eso han subsistido por cinco años, eso es lo razonable”, dijo Sheffield en entrevista con Bloomberg Línea.

Los aumentos de precio en los últimos tres años, de 16 hasta 33% para el consumidor final, provocaron que el gobierno, a través de la Secretaría de Energía (Sener) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), impusieran precios máximos al combustible durante seis meses en 145 mercados del país que se actualizan cada semana.

Los precios máximos del gobierno también están acompañados por la creación de una filial distribuidora de Pemex que el presidente López Obrador llamó Gas Bienestar.

Sheffield estima que la empresa entre en operaciones en septiembre de 2021, en las alcaldías Iztapalapa y Azcapotzalco, las demarcaciones donde no hay competencia en la distribución.

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“Cuando salga Gas Bienestar lo vamos a revisar igual que a cualquiera, que dé litros completos y que cumpla con los precios máximos. (Si no cumple) también los vamos a sancionar de la misma manera”

Ricardo Sheffield

Para Profeco, la medida funciona. 80% de las empresas distribuidoras ya ofrecen precios por debajo del tope tras dos semanas de haber entrado en vigor.

La autoridad solo sancionó a cuatro empresas por incumplir los precios máximos: Eco Gas, Extra Gas, Gas Nieto y GG Gas, mientras la CRE iniciará el proceso para quitarle los permisos de distribución.

El 4 de agosto, López Obrador dijo en conferencia de prensa matutina que no es un asunto arbitrario y agregó que hay un análisis de costos, de operaciones, incluso de la utilidad “justa y razonable” que pueden tener las empresas, pero los repartidores quieren seguir cobrando más y “eso afecta a la gente”.

La fórmula para calcularlos establece un precio promedio, costo logístico, margen de comercialización, factor de ajuste denominado ‘K’ e Impuesto al Valor Agregado. El componente ‘K’ es el que genera dudas en el sector energético por su discrecionalidad por parte de las autoridades al determinar el precio máximo.

Sheffield comenta que siempre habrá polémica sobre cualquier fórmula o algoritmo, porque cada empresa tiene su propia fórmula, pero el gobierno trabaja con promedios generales para este sector, que incluso contempla ajustes por el salario mínimo.

“Tendrá un grado de inexactitud, pero será muy pequeño y esa diferencia es porque hay variación entre empresas, pero nosotros trabajamos con 145 promedios”.

El precio promedio de esta semana se ubicó en 12.24 pesos por litro y 22.71 pesos por cada kilogramo. Profeco estima que, con la regulación de la CRE, el precio promedio nacional baje entre 1 y 3 pesos. En los casos más extremos, más de 6 pesos.

Incluso Sheffield recuerda que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) abrió un caso para investigar si había competencia o no en la distribución.

Lamentablemente, no ha habido una resolución que termine el problema en el mercado y en el bolsillo de cada familia mexicana.

Sheffield Padilla

Al ser cuestionado sobre el ajuste de los precios ante la tendencia alcista del gas propano en Estados Unidos, el principal componente del Gas LP y del que depende el 60% de la demanda nacional, Sheffield insiste en que la medida es para que se corrija el mercado, no para controlar el precio.

Explicó que cuando el costo de molécula del gas ha aumentado, las empresas lo trasladan al público por encima de la referencia internacional de Mont Belvieu, pero cuando baja no se refleja en el precio final.

“Cuando baja, los distribuidores no lo bajan nunca, y cuando sube, lo elevan por arriba de lo que subió, entonces el mercado no está funcionando”.

La Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas) denunció que la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), el principal importador y distribuidor mayorista, vende a las empresas minoristas el combustible en un peso por encima de la referencia internacional, lo que genera ingresos por 1.600 millones de pesos mensuales a la compañía mexicana.

Sheffield explica que esa diferencia es de corto plazo en mercados “volátiles” como el de los energéticos y corresponde al valor de reposición de sus inventarios. “Van vender al precio que compraron, si no quiebran”.

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Descarta negociaciones

Profeco descartó negociar con repartidores irregulares de Gas Licuado de Petróleo (LP) ante posibles paros laborales por el tope de precios al combustible que usa 79% de los hogares mexicanos.

Lo que ellos deben de hacer es tramitar permisos con la Comisión Reguladora de Energía (CRE)

Ricardo Sheffield

El 3 de agosto, múltiples repartidores detuvieron sus operaciones en el Valle de México como respuesta a la fijación de precios máximos del gobierno, el cual busca proteger el bolsillo de los consumidores y frenar el impacto inflacionario que tiene el incremento del combustible en la economía mexicana.

Sheffield cuestionó la figura de los repartidores irregulares porque carecen de contratos en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para ser comisionistas, además de que solo existen en el Valle de México.

“En el resto del país, los distribuidores, que son los que tienen el permiso, ellos directamente venden”, señaló.

El 5 de agosto, Amexgas estimó que existen 4.000 comisionistas, pero solo 1% tiene permiso de la autoridad reguladora para repartir el energético.

“La autoridad, en este caso la CRE, no tenía visualizado ni siquiera la figura (del comisionista) ni la magnitud del problema, menos hablar del número de personas. Cada quien va a dar el número que le venga en gana”.

El procurador expresó que este problema comenzó hace 40 años y comparó el fenómeno de los comisionistas con el sector informal que cobra dinero por espacios públicos para estacionar automóviles y que se opusieron a la instalación de parquímetros.

“Les hacen un favor en llamarlos así tan elegantemente: son los franeleros del Gas LP”.

Sheffield Padilla

Ante la posibilidad de otro paro laboral de los repartidores, Sheffield considera que los distribuidores autorizados tienen la capacidad de sustituir el abasto de los comisionistas en horas” y el gobierno en un día o dos.

Sheffield reveló que en la última semana, los verificadores de Profeco intentaron revisar algunas pipas en el Valle de México, pero los conductores abandonaron los vehículos.

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