Sequía influye en que la tortilla en México sea más cara

Menores lluvias podrían ser la antesala de mayores inversiones de empresas de bebidas y mineras como Gruma, Minsa, Femsa y Arca Continental.

Fabricantes de harina de maíz enfrentan presiones debido a la sequía y el efecto en la producción de granos.
19 de agosto, 2021 | 05:05 AM

Ciudad de México — La tortilla, uno de los alimentos básicos de la dieta de los mexicanos, fue 2.3% más cara en julio respecto al mes anterior. Esto pone en evidencia los retos que enfrentan los grandes productores de harina de maíz, como Gruma y Minsa, ante el efecto de la sequía en sus costos.

Las compañías que proveen el insumo para producir el 50% de las tortillas que se consumen en México enfrentan presiones durante los periodos de bajas lluvias, ya que la sequía contribuye a impulsar el precio de los granos, de acuerdo con una nota de análisis elaborada por Moody’s Investor Services.

“En el momento que hay una crisis de agua, lo que hemos visto es que no es suficiente lo que se cosecha en México y obliga a las empresas a importar y de entrada los lleva a mayores costos”

dijo Sandra Beltrán, vicepresidenta senior y analista de Moody’s

El fenómeno de un incremento en costos para los fabricantes de harina de maíz no es nuevo. En 2010, la industria enfrentó una situación de bajas lluvias que se combinó con una depreciación de tipo de cambio. El incremento en costos no es un mecanismo perfecto y en ocasiones, cuando el consumidor es más débil, no le es posible a las compañías trasladar de manera completa esta presión.

Luego de más de un año de sequía en la mayor parte de México, la lluvia comenzó a caer de nuevo en la segunda mitad de junio, dejando de manifiesto los retos que vivirá el país ante la perspectiva de las autoridades de una mayor presión sobre el agua disponible.

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Pese a que la situación en materia de lluvias es mejor a la vivida hace unos meses, algunos territorios, principalmente en el noroeste de México, continúan con precipitaciones por debajo del promedio. Esto llevó al gobierno a emitir de nuevo la semana pasada una alerta por sequía, tras el levantamiento parcial de la emergencia en junio.

Las zonas que mantienen niveles de sequía severa a extrema incluyen puntos en Baja California, Sonora, Durango, Chihuahua y Sinaloa. Es en este último estado donde Minsa cubre entre el 60 y 70% de sus necesidades anuales de maíz, algo que realiza normalmente durante el segundo trimestre, en el periodo de abril a junio.

El resto de las coberturas son realizadas por Minsa durante el cuarto trimestre en el Bajío, que al 31 de julio también continuaba en situación de sequía.

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Ante esta situación, Minsa, el segundo mayor productor de harina de maíz de México, es susceptible a mayor endeudamiento para adquirir maíz del exterior, principalmente de EE.UU, que también atraviesa por un periodo de sequía, señaló Moody’s.

A finales de 2020, el gobierno de México anunció la revocación y abstención de autorizaciones para el uso de grano de maíz genéticamente modificado, con el objetivo de sustituirlo totalmente en enero de 2024.

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Embotelladoras y mineras también salen afectadas

Los menores niveles de lluvia también ponen presión a las embotelladoras Coca-Cola Femsa y Arca Continental, y las mineras Fresnillo y Southern Copper, cuyas industrias son intensivas en el uso del agua.

A lo largo de los años, las grandes compañías refresqueras han puesto en marcha acciones para garantizar sus necesidades, que consideran el tratamiento y el reciclaje de agua. Esto las ha posicionado para ser más resistentes ante los efectos de una menor precipitación pluvial, inversiones que pueden realizar debido a las fortalezas de sus balances y su calidad crediticia.

“Si a nivel global, dentro del sistema Coca-Cola, se utiliza 1.8 litros de agua por cada litro producido, en México esta razón es de alrededor de 1.5″

dijo Beltrán de Moody’s

Para el caso de las compañías mineras, la mayor presión sobre el recurso hídrico podría traducirse en mayores inversiones para gestionar la escasez.

“Al final del día, si hay una escasez creciente de agua, puede haber un mayor escrutinio público hacia qué tan eficientes y qué tan buen uso están haciendo de los recursos estas empresas, por mismo es importante que sigan haciendo estos esfuerzos”

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Sequía y escasez de agua en México

actualmente padecen sequía. dfd

En general, el potencial impacto económico de una menor disponibilidad del agua activa las alertas de tomadores de decisiones económicas y financieras, que consideran la situación del agua como un riesgo para el país y algunas grandes empresas, en específico aquellas que dependen altamente de este recurso para sus operaciones.

La perspectiva más pesimista de las autoridades, que considera la inacción en materia de políticas públicas hacia 2030, considera un costo de 1,5 billones de pesos anuales, ante el escenario de una demanda no satisfecha aproximada de 18.000 millones de metros cúbicos de agua, de acuerdo con la Agenda del Agua publicada por la Comisión Nacional del Agua publicadas en 2012.

“La existencia de esta brecha futura implicaría actividades productivas que no podrían realizarse por falta de agua”

Conagua

En el territorio mexicano existe una desigualdad con respecto al agua susceptible a ser utilizada. De las 13 regiones en la que está dividido el país, siete consideraban un grado de presión, un indicador que mide la proporción del agua empleada con respecto al agua renovable, de alto a muy alto al cierre de 2019. Es decir, más de 40% del agua disponible es utilizada.

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En ese sentido, destaca la región Aguas del Valle de México, que incluye a la Ciudad de México, donde el grado de presión del recurso hídrico fue de 129% en 2019, es decir se utiliza más del agua disponible.

La presión que se vive en el Ciudad de México contrasta con sus niveles de precipitación pluvial. La capital del país en promedio registra una precipitación anual récord de 600 millones de metros cúbicos de agua de lluvia, que se concentra principalmente durante el verano. En comparación, otras metrópolis, como Londres, registran mediciones de 690 millones de metros cúbicos al año.

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También hay soluciones

Ante los retos en materia de gestión de agua en México, dos empresas que cotizan en el mercado accionario mexicano, Orbia y Rotoplas han apostado su negocio a la soluciones para la gestión del agua.

Orbia, de Grupo Kaluz, a través de su negocio de origen israelí Netafim, vende soluciones de riego que mezcla tecnologías digitales en el riego por goteo.

Además, a través de su subsidiaria Wavin explora opciones para el almacenamiento de agua de lluvia. Un ejemplo de ello, es la alianza que estableció con la holandesa Plastic Road a inicio del año que consideró un proyecto piloto de almacenamiento de agua en el bosque de Chapultepec, el principal bosque de la capital de México.

Por su parte, Rotoplas, conocido por sus tinacos, marcó el año pasado su entrada negocio de soluciones de riego, de la mano de Renewable Resources Group Solutions México, con quien estableció Rieggo, una alianza estratégica dedicada a gestionar eficientemente el uso del agua y mejorar el rendimiento de los cultivos.