Posadas vuelve a enfrentar problemas financieros 10 años después

Accionistas de Posadas votan hoy un acuerdo para garantizar la continuidad de su operación.

La compañía hotelera vislumbra una expectativa de recuperación en tres años tras el golpe del Covid-19.
09 de septiembre, 2021 | 05:05 AM

Ciudad de México — Fueron dos años complicados. La crisis económica y de salud afectó los resultados de Grupo Posadas, una de las mayores cadenas de hoteles de México. Sin embargo, eso fue en 2010, cuando Posadas dijo haber aprendido una lección.

“Estos tiempos complicados han dejado valiosas lecciones; también han confirmado el inmenso valor de nuestros equipos humanos, así como la solidez del liderazgo de Posadas en la hotelería latinoamericana”, escribió Gastón Azcárraga, quien presidía a la empresa, en el informe anual de aquel año.

Una década después, Posadas vuelve a enfrentar una situación complicada. Ante una coyuntura económica y sanitaria similar, ahora de escala global. Coincidiendo de nuevo con altos niveles de endeudamiento.

Este jueves 9 de septiembre, la Asamblea de Accionistas de Posadas votará un acuerdo con la mayoría de tenedores de notas senior que vencen en 2022, a los que les dejó de pagar intereses desde el año pasado.

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A pesar de las similitudes de la crisis actual con la que vivió 10 años atrás, Posadas no es la misma.

Golpe de timón

Tras 20 años de encabezar Grupo Posadas, Gastón Azcárraga dejó en 2012 la batuta de la compañía. Su salida coincidió con señalamientos en su contra en el marco de la quiebra de las operaciones de Mexicana de Aviación, la aerolínea que también encabezaba.

Bajo el liderazgo de sus hermanos Pablo y José Carlos, quienes asumieron la dirección general, Posadas emprendió un cambio hacia un modelo de negocio más ligero.

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La compañía activó una línea de negocio light asset. Priorizó la gestión de activos sobre la construcción de hoteles, que requieren un mayor monto de capital.

Además vendió su portafolio en Sudamérica a Accor y varios de sus activos en México a las recién llegadas fibras inmobiliarias, el equivalente a los Reits en EE.UU. Lo que permitió mejorar su perfil financiero

“Con marcas muy reconocidas, un canal propio de reservación de hoteles pudo apalancar mejor todos sus sistemas al tener una mayor escala. Eso se tradujo en una mayor rentabilidad, por mucho tiempo ese fue notorio”, dijo a Bloomberg Línea Sandra Beltrán, vicepresidenta senior y analista de Moody’s.

Posadas emitió en junio de 2015 notas senior por US$350 millones a una tasa de interés de 7.875%. La compañía obtuvo con ellas US$350 millones que utilizó para la recompra de un bono y el pago de un euro papel comercial.

Por mucho tiempo la compañía mantuvo un perfil de vencimientos muy cómodos, con una deuda de largo plazo que no presionaba tanto la liquidez, dijo Beltrán.

¿Qué sucedió?

La situación comenzó a deteriorarse en 2017, cuando EE.UU. emitió una serie de alertas de ciudadanos a destinos turísticos clave como Los Cabos y Cancún.

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Eso afectó las curvas de reservas de empresas hoteleras como Grupo Posadas, impactando su rentabilidad. El cambio de política turística y la desaparición de organismos promotores abonaron a las presiones. Aunado a estos factores externos, la venta que realizó Posadas del hotel Fiesta Americana Condesa Cancún en casi MX$3.000 a Fibra Hotel no resultó en la baja en la deuda esperada.

Y luego llegó el Covid-19, que ha provocado una de las mayores crisis de la industria turística a nivel global.

“La crisis tomó a las empresas de hoteles en México mal posicionados, sobre todo 2019 que fue bastante complicado para el sector”, señaló Beltrán. En 2020, Posadas redujo 42% sus ingresos con respecto al año previo. Registró una pérdida de más de MX$2.000 millones.

El default

En medio de los primeros meses de la pandemia, Posadas omitió el pago de intereses de las notas en junio y diciembre de 2020 y junio de 2021, lo que puso en riesgo que los tenedores solicitaran el vencimiento anticipado de la deuda por US$393 millones, el equivalente a MX$7.775 millones.

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La compañía decidió no realizar los pagos para favorecer el mantenimiento de liquidez para continuar con sus operaciones en medio de una baja en su negocio debido a la pandemia.

La deuda con los tenedores representa el 83% del endeudamiento que registraba la hotelera hasta junio. Al cierre del segundo trimestre de 2021, Posadas contaba con un saldo de caja de MX$810 millones.

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Ver más: Posadas gana más tiempo para pagar a los tenedores de deuda

En agosto, la compañía logró ganar más tiempo de sus tenedores logrando un nuevo acuerdo con, con un vencimiento ahora hacia 2027, a cambio de garantías de activos que incluyen hoteles ubicados en Ciudad de México, sobre Avenida Paseo de la Reforma, Guadalajara, Los Cabos, Puerto Vallarta, Cancún y Cozumel.

Ese acuerdo, que podría ser presentado en una corte en EE.UU. bajo el Capítulo 11 de Bancarrota.

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Grupo Posadas fue consultada por Bloomberg Línea para conocer su visión, pero hasta el momento no se ha tenido respuesta.

Esperanza de recuperación

Posadas mantiene una perspectiva conservadora de recuperación ante dos tendencias. Por un lado, la mejora de métricas en destinos de playa, pero que aún están por debajo de las condiciones previas a la pandemia; y una recuperación más lenta en sus hoteles de ciudad.

La compañía estimó en junio que la recuperación de sus ingresos promedio por alquiler por habitación por día en los próximos 36 a 48 meses.

México se ha mantenido como una opción para los viajeros internacionales ante la expansión de la vacunación y las menores restricciones para las personas que arriban a México desde el exterior.

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“Teniendo un poco de aire para respirar, podrían recuperarse en los próximos dos años, eso sin duda mejora la perspectiva de recuperación también para los tenedores de bonos”, dijo Beltrán de Moody’s.


Con la colaboración de Estephanie Suárez