:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/WDAOLP6VQRDN3PFK54WNTUZP5U.jpg "Fotógrafo: Morten Andersen/Bloomberg")
Bloomberg — A medida que los inversionistas sopesan los cambiantes factores macroeconómicos, los fundamentos del mercado del cobre, un metal clave para la construcción y el transporte mundiales, siguen siendo alcistas, según un veterano de la industria.
Este año, los precios de este producto básico promediarán más de US$4 la libra, dijo Diego Hernández, titular de la sociedad minera chilena Sonami. Ese sería un promedio anual récord, basado en datos que se remontan a 1988.
La ecuación de oferta y demanda para el cobre es “muy ajustada”, incluso en medio de la incertidumbre en todo el mercado impulsada por la agitación inmobiliaria china y la crisis energética mundial, dijo Hernández, exdirector ejecutivo de Codelco y Antofagasta Plc.
El metal utilizado en el cableado también tiene una perspectiva favorable más a largo plazo en la transición global hacia una energía y un transporte más limpios. Aún así, algunas de las nuevas minas que ingresan al mercado, como Quellaveco de Anglo American Plc en Perú y Kamoa-Kakula de Ivanhoe Mines Ltd. en la República Democrática del Congo, se sumarán a la oferta. Eso indica que los precios podrían ser ligeramente más bajos el próximo año y en 2023, aunque con un piso de US$3,50, indicó Hernández.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/7ERRVE2LHZHXROFAFNKZSTVLYA.png "El cobre fluye y refluye desde que alcanzó su máximo histórico en mayo")
Desde que tocaron un máximo histórico en mayo, los precios del metal han retrocedido, pero es muy probable que no caigan mucho más en lo que resta del 2021.
“No deberíamos ver grandes sorpresas de aquí al fin del año”, dijo. “La oferta y la demanda en los próximos años también van a seguir más o menos ajustadas, así que los precios deberían ser, no extraordinarios, pero buenos o superiores al objetivo de precios a largo plazo”.
Hernández no ve ningún riesgo inminente para la industria del cobre chilena por la crisis energética global; sin embargo, el aumento del diésel podría elevar los costos.
Los productores de la mayor nación productora de cobre también han podido sortear las interrupciones en la cadena de suministro global hasta ahora, indicó. Las únicas demoras en las exportaciones chilenas de cobre en los últimos meses provienen de mares agitados, pero tales interrupciones en los puertos generalmente se recuperan rápidamente, dijo.
La producción de cobre en Chile este año y el próximo se mantendrá probablemente en niveles similares a los de 2020, señaló Hernández.
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