¿Por qué no florece el almacenamiento de electricidad en México?

Existen tres factores que impactan la instalación de baterías a gran escala en el país.

Trabajadores instalan paneles solares en el techo de una residencia en Sidney, Australia.
19 de octubre, 2021 | 05:05 AM

Ciudad de México — Aunque México tiene un enorme potencial de energía renovable, particularmente solar y eólica, los proyectos de almacenamiento de energía siguen sin prosperar de forma masiva.

El 85% del territorio mexicano es optimo para instalar proyectos solares. En el caso de la energía eólica, el potencial es de 50.000 MegaWatts (MW), cifra superior al pico de demanda eléctrica del país, de acuerdo con las asociaciones Mexicana de Energía Solar (Asolmex) y Mexicana de Energía Eólica (AMDEE).

A pesar de que estas fuentes renovables no pueden generar electricidad todo el día, la solución de largo plazo es el almacenamiento mediante baterías.

La empresa Gauss posee uno de los primeros pero escasos proyectos de almacenamiento, el cual se ubica en Baja California para su central solar Aura III con baterías de litio-ion que pueden almacenar hasta 10.5 MW.

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“Sí existen, pero no en cantidad o volumen que se ven en otras partes”, comentó Julian Willenbrock, CEO de la empresa desarrolladora de proyectos solares, Enlight, en entrevista con Bloomberg Línea.

Incertidumbre

El alejamiento de inversiones en términos de energías renovables es una realidad.


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El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha intentado por todos los medios disponibles fortalecer a la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) y restringir la participación de las compañías privadas mediante cambios administrativos y a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE).

Los representantes del gobierno y la empresa estatal han criticado en múltiples ocasiones a las energías solar y eólica como caras y riesgosas para la operación del sistema eléctrico nacional.

El 30 de septiembre, el mandatario mostró su más reciente carta al enviar una iniciativa de reforma constitucional para cancelar todos los contratos y permisos de generación eléctrica del país y reordenar el mercado en favor de CFE.

Lee más: Por qué AMLO quiere cambiar la Constitución en favor de CFE

“Hay mucha incertidumbre entorno al sector en México”

Julian Willenbrock, CEO de Enlight

Aunque López Obrador y su equipo energético han declarado que no van a afectar las inversiones privadas ni los hogares con paneles solares, la iniciativa de reforma está minada por la falta de claridad sobre cómo va a operar el sistema eléctrico bajo las riendas de CFE y las reglas del despacho eléctrico de las plantas privadas.

No hay regulación

Mientras en otros países la normativa es avanzada y definida para los participantes del sector, México sigue sin publicar lineamientos específicos para este tipo de tecnología.

La autoridad encargada, la Comisión Reguladora de Energía (CRE), estaba cerca de publicar la regulación para el almacenamiento, pero los nuevos comisionados designados por López Obrador, incluida la cabeza del órgano regulador, decidieron frenarla.

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“Trabajábamos con la CRE. Estaba a nada de salir la regulación para almacenamiento, pero no salió. La frenaron”, dijo el directivo de Enlight.

La Secretaría de Energía (Sener) incluso ordenó la alineación de los órganos reguladores a la política energética del presidente, reflejada en la mínima aprobación de permisos de generación eléctrica, al tiempo que la titular de la dependencia, Rocío Nahle García, ha insistido en el exceso de capacidad instalada que tiene el país de casi 40% del total de la demanda actual.

Costos

Mientras la demanda de baterías sigue al alza, aunque desacelerada tras la pandemia de Covid-19, el encarecimiento de componentes y los proyectos realizables hacen que su uso sea más caro.

Hasta el cierre de 2019, se agregaron 2,9 GigaWatts de capacidad para almacenar energía en sistemas eléctricos del mundo, 30% menos que en 2018. Los factores detrás de la desaceleración son los incendios de equipos y una regulación poco favorable, además de los costos, según un reporte de la Agencia Internacional de Energía (IEA).

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El directivo ve impacto por múltiples frentes, incluso los fletes marítimos, los cuales aumentaron en hasta 12 veces a lo que el sector está acostumbrado.

“Hay una demanda muy grande”, detalla el CEO de la empresa, que cuenta con 10 proyectos de almacenamiento de 15 MegaWatts-hora (MW) instalados en la región de Latinoamérica.

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Litio, estratégico

La iniciativa presidencial también pretende reservar el litio y otros minerales estratégicos para la nación. Este insumo es fundamental para la fabricación de baterías, pero a México le faltan estudios para confirmar la definición de posibles reservas que estima en el norte del país.

El directivo comenta que la propuesta en su conjunto muestra la ideología en términos energéticos del país, el cual es una confirmación, no una sorpresa. Agregó que la propuesta aun tiene que discutirse en el Congreso y ver si los diputados del PRI apoyarán o no la reforma, la cual estima que se frene en el Senado.

“Sería inconstitucional echar para atrás los contratos que existen”.

La empresa con más de 8.000 clientes dijo que el país está perdiendo el tiempo con este tipo de iniciativas, en lugar de proponer nuevos caminos de colaboración entre el sector público y privado. Reconoce que el gobierno tiene razón en algunos puntos, como el respaldo en las energías renovables y los costos asociados por los horarios de oferta y demanda.

“Hay muchos puntos que tienen razón, no estamos peleados con pensar esos costos que mencionan (...) hay muchas maneras de resolverlo”, agregó.