:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/7EAR3O4BO5AIVF62YUFPFB6NBM.jpeg "Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, sostiene un casco de Petróleos Mexicanos (Pemex) con el nombre de la refinería Deer Park, tras anunciar que el gobierno de EE.UU. autorizó la compra total del complejo refinador.")
Ciudad de México — La política energética de presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) perseguirá la autosuficiencia de México en combustibles fósiles hasta el final del sexenio, pero la estrategia apunta en otra dirección.
A pesar de los incumplimientos consecutivos en sus metas, el mandatario y su equipo energético prometieron en diciembre que Petróleos Mexicanos (Pemex) refinará 1,5 millones de barriles diarios de crudo este año, de los cuales, al menos 300.000 vendrán de la refinería de Deer Park.
“Cuando llegamos, el 1 de diciembre del 2018, encontramos la utilización al 32%. Hoy estamos cerrando este año casi al 50% de utilización del SNR y para el 2024 estaremos dejando la utilización al 86% y con esto estaremos cumpliendo el autoabastecimiento en México”, afirmó la titular de la Secretaría de energía, Rocío Nahle el 28 de diciembre 2021.
El problema de la refinería es su ubicación: Texas. Aunque Pemex controle la producción, los empleos e impuestos generados, incluso la contaminación del complejo petrolero, se quedarán en Estados Unidos.
En mayo de 2021, Pemex anunció la compra total de Deer Park por US$600 millones, con capacidad para procesar 340.000 barriles diarios de petróleo crudo a Royal Dutch Shell tras 30 años de sociedad. Pero la petrolera mexicana enfrentó un retraso en la compra porque EE.UU. analizaba si la compra de Deer Park ponía en peligro la seguridad del país.
Otro punto en contra es que la refinería no puede impulsar la política de soberanía energética cuando está regulada por un gobierno exterior que abiertamente busca reducir la dependencia de energéticos fósiles con Joe Biden.
“Me parece una mala decisión porque (el Gobierno) hubiera invertido eso en México. Aquí puede contaminar lo que se le pegue la gana si él mismo se regula y no pasa nada, pero no con los estadounidenses”, cuestionó Marco Cota, CEO de la consultora energética Talanza Energy.
En el caso de las seis refinerías en rehabilitación, Pemex tendrá que incrementar la utilización del Sistema Nacional de Refinación desde el 43% actual a 86% en menos de dos años, señaló el analista de la firma energética Caraiva y Asociados, Ramsés Pech en un reporte.
Importaciones privadas siguen creciendo
Aunque la Sener endureció en 2021 la importación de combustibles al reducir los permisos en 95%, las empresas privadas que aún participan en el mercado de combustibles incrementaron 6% anual las importaciones de petrolíferos a 366.500 barriles diarios en promedio de enero a noviembre.
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Desde su campaña electoral, López Obrador prometió acabar con las importaciones de combustibles fósiles y aprovechar la capacidad instalada para refinar hidrocarburos que extrae la compañía en territorio nacional, pero no ha logrado superar la barrera psicológica de refinar un millón de unidades por día.
En la presentación con las estimaciones de Pemex de diciembre, la compañía asume que logrará producir un promedio de 1,9 millones de barriles de crudo este año y más de dos millones de barriles en 2024.
“No deja de ser una proyección en el mejor de los casos. Existe la duda. Parece un escenario muy optimista. Aun alcanzándola, la pregunta es: ¿cuánto tiempo México va a soportar esa producción. No hay yacimientos gigantes que puedan durar varias décadas”, agregó Cota.
La apuesta presidencial por combustibles ha impactado a la petrolera más endeudada del mundo. Moody’s degradó su calificación crediticia en 2021 por sus altos niveles de deuda petrolera, menores flujos de efectivo derivado de la expansión de su capacidad de producción y refinación de crudo.
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