Se resintió el apoyo a Petro en las calles, pero ¿gana fuerza en el Congreso?

Bogotá — El domingo los colombianos salieron a marchar contra Gustavo Petro en las principales ciudades del país para rechazar sus proyectos reformistas y los escándalos que han surgido en torno a la financiación de su campaña a la presidencia, sin embargo, apenas tres días más tarde el Senado de la República aprobó el proyecto de Reforma Pensional y con ello se marca, lo que podría ser, el primer paso hacia el visto bueno a su paquete de reformas como la laboral y la de salud.

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Durante las protestas del domingo, muy concurridas en Bogotá, Medellín, Cali, Santander y la Costa Caribe, se rechazaron los proyectos de reforma a la salud y pensiones, principalmente, pero, además, se criticó al presidente por las dudas que existen sobre cómo financió su campaña presidencial, el papel que jugó su gerente de campaña, Ricardo Roa, hoy presidente de Ecopetrol, y la actuación de su hijo, Nicolás Petro.

Ruido en las calles

Las marchas fueron convocadas por la oposición, en especial el Centro Democrático y Cambio Radical, pero marchantes que participaron de las movilizaciones aseguraron haber votado por Petro en 2022.

Es decir, el Gobierno Petro ha perdido el apoyo de algunos de los 11 millones de votantes que tuvo en la contienda electoral en la que derrotó a Rodolfo Hernández.

Carlos Arias, consultor y gerente de la firma Estrategia y Poder, aseguró que “con respecto a las marchas del 21 de abril hay que tener en cuenta que ese es un escenario completamente diferente y el ejercicio de discusión y el ejercicio de construcción y narrativa es completamente diferente porque allí lo que se ve plasmado es un descontento de la opinión pública, del pueblo colombiano que no se puede minimizar, que no se puede disminuir su impacto y su voz y es diferente el ejercicio con los congresistas”.

Además, Arias dice que el descontento no solamente se plantea alrededor de las reformas que ha venido presentando el Gobierno, algunas de las cuales ha logrado aplicar a través de intervenciones y decretos, sino también contra el Congreso mismo para pedirle que rechazara los demás proyectos, pedido que, a juicio de Arias, “no fue escuchado, fue omitido y fue minimizado también por muchos congresistas que terminaron aprobando la reforma”.

Para responder a las protestas del pasado 21 de abril, Petro convocó a las calles para el próximo primer de mayo, fecha en la que los trabajadores suelen salir a marchas por las principales calles de Bogotá, con lo cual asegura una asistencia masiva.

Capitolio del lado de Petro

Luego de que el Senado de la República hundiera el pasado mes el proyecto de Reforma a la Salud que presentó el Gobierno de Gustavo Petro, se creía que la Reforma Pensional, que se debía aprobar antes del 19 de julio, tenía los días contados.

En Colombia siempre se ha dicho que “la política es dinámica”, para hacer referencia a los cambios que pueden verse en las posiciones de los políticos a la hora de aprobar proyectos o elegir representantes para su representación.

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La noche del martes el Senado, el mismo que hundió la reforma a la salud, aprobó la reforma pensional a pesar de las denuncias que académicos y expertos han hecho sobre su inconveniencia.

“Victoria contundente para el gobierno: Senado aprobó la reforma pensional”, dijo el senador Iván Cepeda Castro, parte del Pacto Histórico, mientras que Paloma Valencia, del Centro Democrático dijo que “habrá una época inicial de mucha plata y por supuesto, le seguirá una deuda impagable para los colombianos”.

Sobre la aprobación en Senado Arias, de Poder y Estrategia, sostuvo que “se tejen las mismas argucias que se han tejido anteriormente y el Gobierno del cambio, pues no cambia porque hace lo mismo que han hecho todos los gobiernos y es tejer alianzas con diferentes sectores dando dádivas”.

Sin embargo, explicó que “es la primera vez que este Gobierno empieza a entender que el ejercicio político también es un ejercicio de concertación en donde, por ejemplo, para citarte el caso más claro, el Gobierno Nacional inicialmente plantea que los recursos tendrían que quedarse en Colpensiones, y gracias al ejercicio de control político y el ejercicio de discusión de varios senadores entiende que no puede ser así dado que pues en Colpensiones está Jaime Duzán que es conocido por malversar fondos y tiene varias investigaciones sobre el tema, y por esos recursos llegarán al Banco de la República”.

Concluye diciendo que ese escenario de discusión política, de negociación política y de acuerdos y alianzas políticas “seguramente también está filtrado por la mermelada, pero sigue habiendo bastiones en el congreso que se oponen a este tipo de escenarios”.

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